lunes, 7 de marzo de 2011

MARTIR SAN LORENZO


SAN LORENZO


Compilador: Fidel Soto Cubillas

Díacono y Mártir

Martirologio Romano: Fiesta de san Lorenzo, diácono y mártir, que deseó ardientemente acompañar al papa Sixto II en su martirio. Según cuenta san León Magno, recibió del tirano la orden de entregar los tesoros de la Iglesia, y él, burlándose, le presentó a los pobres en cuyo sustento y abrigo había gastado abundantes riquezas. Por la fe de Cristo, tres días más tarde superó el tormento del fuego, y el instrumento de su tortura se convirtió en distintivo de su triunfo, siendo enterrado su cuerpo en el cementerio de Campo Verano, que desde entonces fue llamado con su nombre (258).San Lorenzo (mártir), uno de los diáconos de la iglesia romana, fue una de las víctimas de la persecución de Valeriano en el año 258, al igual que lo fueron el Papa Sixto II y muchos otros clérigos romanos. A comienzos del mes de agosto del año 258, el emperador emitió un edicto ordenando matar inmediatamente a todos los obispos, curas y diáconos ("episcopi et presbyteriet diacones incontinenti animadvertantur" -- Cipriano, Epist. lxxx, 1). Esta orden imperial se ejecuto inmediatamente en Roma. El 6 de agosto, el Papa Sixto II fue capturado en una catacumba y ejecutado de inmediato ("Xistum in cimiterio animadversum sciatis VIII id. Augusti et cum eo diacones quattuor." Cipriano, ep. lxxx, 1). Otros dos diáconos, Felicísimo y Agapito, fueron ejecutados el mismo día.

En el calendario romano de fiestas del siglo IV su fiesta coincide con dicha fecha. Cuatro días más tarde, el 10 de agosto del mismo año, Lorenzo, el último de los siete diáconos, también sufrió la muerte de un mártir. La muerte de este santo mártir es en esa fecha según el calendario de Filocalo para el año 354.

Este almanaque es un inventario de las principales fiestas de los mártires romanos de mitad del siglo IV; también menciona la calle donde se encontraría su tumba, la Vía Tiburtina ("III id. Aug. Laurentii in Tibertina"; Ruinart, "Acta sincera", Ratisbona, 1859, 632). Los itinerarios de las tumbas de los mártires romanos, como se dieron a conocer en el siglo VII, mencionan que este mártir fue enterrado en la Catacumba de Ciriaca en agro Verano (De Rossi, "Roma Sott.", I, 178).

Desde el siglo IV, San Lorenzo ha sido uno de los mártires más venerados de la iglesia romana. Constantino el Grande fue el primero en erigir un pequeño oratorio sobre el lugar donde fue enterrado. El Papa Pelagio II (579-90) amplió y embelleció el lugar. El Papa Sixto III (432-40) construyó, en la cima de la colina donde fue enterrado, una gran basílica de tres naves cuyo ábside está apoyado en la vieja iglesia. En el siglo XIII, el Papa Honorio III convirtió los edificios en uno y así es como se encuentra la Basílica de San Lorenzo hoy en día. El Papa San Dámaso (366-84) escribió un panegírico en verso que se grabó en mármol y se colocó sobre su tumba. Dos contemporáneos de este Papa, San Ambrosio de Milán y el poeta Prudencio, dieron detalles concretos sobre la muerte de San Lorenzo. Ambrosio relata (De officiis min. Xxviii) cuando se le preguntó a San Lorenzo por los tesoros de la Iglesia, este, hizo comparecer a los pobres entre los que, en lugar de darles limosna, había repartido el tesoro; también contó que cuando se llevaban al Papa Sixto II para ejecutarlo, éste reconfortó a San Lorenzo que deseaba compartir su martirio, diciéndole que le seguiría en tres días. El santo Obispo de Milán también explica que San Lorenzo fue quemado hasta la muerte en una parrilla de hierro (De offic., xli). De igual manera, pero con más detalles poéticos, Prudencio describe el martirio del diácono romano en su himno a San Lorenzo ("Peristephanon", Hymnus II).

El encuentro entre San Lorenzo y el Papa Sixto II, cuando éste último iba a ser ejecutado, según el relato de San Ambrosio, no es compatible con los informes contemporáneos sobre la persecución de Valeriano. La forma en que fue ejecutado -quemado en una parrilla de hierro al rojo vivo-también hace surgir importantes dudas. Las narraciones de Ambrosio y Prudencio se basan más en la tradición oral que en escritos. Es bastante posible que entre el año 258 y el final del siglo IV surgieran leyendas populares sobre esté diácono romano tan venerado y que algunas de esas historias hayan sido preservadas por estos dos autores. En cualquier caso, nosotros carecemos de medios para verificar en fuentes anteriores los detalles que derivan de San Ambrosio y Prudencio, o para establecer hasta que punto esos detalles se basan en la tradición histórica anterior. Probablemente, a principios del siglo VI se crearon otras versiones más completas sobre el martirio de San Lorenzo, y en estas narraciones muchos de los mártires de la Vía Tiburtina y de las dos Catacumbas de San Ciriaca en agro Verano y San Hipólito estaban relacionados de una forma romántica y totalmente legendaria.

Los detalles que se dan en estas Actas sobre el martirio de San Lorenzo y su actividad antes de su muerte carecen de credibilidad. Sin embargo, a pesar de las críticas a las últimas versiones de su martirio, no cabe duda de que San Lorenzo fuera un personaje histórico real ni de que el diácono fue martirizado; tampoco existen dudas sobre el lugar donde ocurrió ni sobre la fecha de su entierro. El Papa Dámaso construyó una basílica en Roma dedicada a San Lorenzo; ésta es la iglesia conocida como San Lorenzo en Dámaso. La iglesia de San Lorenzo en Lucina, también dedicada a este santo, aún existe. El día de San Lorenzo sigue siendo el 10 de agosto (fecha de su muerte). Aparece dibujado con la parrilla de hierro en la que se supone que fue asado hasta la muerte. 


DIACONO:

 Era San Lorenzo uno de los siete diáconos de la Iglesia de Roma, cargo que gran responsabilidad, ya que consistía en el cuidado de los bienes de la Iglesia y la distribución de limosnas a los pobres. El año 257, el emperador Valeriano publicó el edicto de persecución contra los cristianos y, al año siguiente, fue arrestado y decapitado el Papa san Sixto II, San Lorenzo le siguió en el martirio cuatro días después. Según las tradiciones cuando el Papa San Sixto se dirigía al sitio de la ejecución, San Lorenzo iba junto a él y lloraba. "¿A dónde vas sin tu diácono, padre mío? ", le preguntaba. El Pontífice respondió: "No pienses que te abandono, hijo mío, pues dentro de tres días me seguirás".

San Agustín dice que el gran deseo que tenía San Lorenzo de unirse a Cristo, le hizo olvidar las exigencias de la tortura. También afirma que Dios obró muchos milagros en Roma por intercesión de San Lorenzo. Este santo ha sido, desde el siglo IV, uno de los mártires más venerados y su nombre aparece en el canon de la misa. Fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en Agro Verano, sobre la Vía Tiburtina. Constantino erigió la primera capilla en el sitio que ocupa actualmente la iglesia de San Lorenzo extra muros, que es la quinta basílica patriarcal de Roma.


Lectura de una mirada

A lo largo del año San Lorenzo ocupa, seguramente, en el corazón demuchos oscenses un lugar preeminente; y, en muchas ocasiones a lo largo del año, sus oraciones se habrán dirigido hacia él y sus pasos en más de una ocasión se habrán encaminado hacia su restaurada iglesia.
Y San Lorenzo hoy, y siempre que se nos presenta, lo hace con historia personal, con su tarjeta de visita, que dice más o menos esto: San Lorenzo de Huesca, diácono y mártir, Plaza San Lorenzo, 2.-Huesca.
Las primeras palabras nos indican como su profesión, su especialidad. Las segundas, su dirección.
Diaconado y martirio son los fundamentos de su santidad. Porque vivió como vivió, sirviendo a los pobres, lo mataron. Y, por eso, nosotros celebramos su martirio, y recordamos su muerte, que para nosotros es victoria.
Pero cuando nosotros estos días le dirijamos la mirada deberemos saber leer. Deberemos ver lo que hay detrás de esa imagen en su capilla, o de ese busto de la peana.
Allí hay una vida gastada en el servicio. Allí hay un diácono, o sea, un servidor. Desde ahí San Lorenzo nos está invitando a servir, a estar abiertos a las necesidades de los hombres y mujeres de hoy, de los pobres, de los marginados y excluidos por esta sociedad nuestra que llamamos del bienestar.
Allí hay una vida entregada por ser fiel a su opción. Allí hay un mártir.
También en nuestra sociedad hay mártires, hombres y mujeres que han sido capaces de morir por una idea. Y en nuestra Iglesia también. También en ella hay hombres y mujeres que sellan con su vida la fidelidad a su compromiso que han asumido en un momento y ha dado sentido a su vida.
Descubrir el sentido de ser IglesiaNo sé si a alguno de nosotros le tocará vivir ese martirio “rojo”. Pero, sí que a todos nos tocará vivir ese otro martirio “gris” del día a día, del trabajo responsable, de la honradez y sinceridad, de la coherencia, de la fidelidad, del cumplimiento de la palabra, del vacío, a veces, de nuestras propuestas, criterios y planteamientos, del compartir, de la acogida.
Y allí un cristiano, un miembro de la Iglesia que se comprometió con ella y desde ella sirvió a los pobres.
Sentirse Iglesia no es sólo estar bautizado. Sentirse Iglesia es vivir en tal sensibilidad que nada de lo que en ella pasa, de bueno o de malo, a puede resulta indiferente ni extraño.
Sentirse Iglesia as asumir con claridad y decisión un servicio, una tarea en ella.
San Lorenzo descubrió que lo suyo, como lo de Jesús, eran los pobres y los sirvió hasta la muerte.
Mirar al santo, y no descubrir nada de esto con la mirada es tener un grado elevado de “miopía religiosa”. Una mirada sin contenido es una mirada vacía, y una mirada superficial es una mirada imperfecta.
Todo sabemos que hay mirada que penetran, ¡que sea así nuestra mirada al Santo!
Agustín Catón.


TESTIMONIO:

Los suficientes datos de un testimonio
A lo largo de los cuatro primeros siglos de la historia del cristianismo la Iglesia se vio fecundamente abonada con la sangre de los mártires, hombres y mujeres, que valientes y llenos de fe eran cruelmente torturados y dados muerte por unos gobernantes intolerantes con otras de religiosidad o de vida.
Algunos de estos mártires, por su valentía ante la muerte o por haber sufrido los peores tormentos adquirían gran importancia para la comunidad cristiana y alcanzaban mayor devoción.
San Lorenzo fue uno de estos últimos. Su posición en la jerarquía eclesiástica (no olvidemos que era el diácono arcediano, esto es, la “mano derecha” del Papa), su categoría humana que se vislumbra en los diálogos martiriales atribuidos a san Lorenzo, su talla espiritual de una fe robusta, madura, puesta la confianza plena en Dios y su celo y caridad a favor de los más pobres y necesitados, hicieron de él un auténtico modelo para la cristiandad de la época.
La fama dela que ya san Lorenzo gozaba como el “administrador bueno y fiel” de las escasas economías de la Iglesia del momento, se unió a la que alcanzó tras su martirio, uno de los más macabros y duros.
Tanta fama tiene su lado bueno y su lado menos bueno para el que pretende escribir, en síntesis, la vida de san Lorenzo. Porque a los datos reales se van añadiendo testimonios que, con la sana intención de engrandecer la figura del santo, carecen de historicidad y engendran tal maraña de datos que ensombrecen la contemplación de un gran hombre, pero sobre todo, de un gran cristiano.
¿Qué tenemos o sabemos sobre la vida de san Lorenzo? Según la pasión de Policronio (Véase: Damián Peñart y Peñart, San Lorenzo..Santo español y oscense, Huesca, 1987) san Lorenzo se dice de origen español. Después la tradición y el corazón de los oscenses lo sitúan en Huesca, que “desde la lejanía de los tiempos” ha proclamado ser la patria de tan insigne mártir.
Esta tradición oscense dice que los padres de san Lorenzo se llamaban Orencio y Paciencia (ambos inscritos en el martirologio romano), dedicados a la agricultura tenían dos casas: una situada en Huesca, en el lugar que hoy ocupa la Basílica, y otra en las afueras, donde se levantó al ermita de Loreto.
En su viaje por España el futuro Sixto II, todavía no era Papa, se fijó en san Lorenzo y deseó llevárselo a Roma con él.
Al llegar a Roma se encontraron con la muerte reciente del papa Esteban y fue elegido para sucederle Sixto. Éste nombró arcediano a san Lorenzo cuya misión era la de la administración de los bienes económicos, y responsable de las obras de caridad.
Los últimos años del reinado del emperador Valeriano fueron de una situación financiera muy grave, con una inflación muy elevada y unos gastos militares elevadísimos. Había que buscar recursos y pensaron en los “tesoros” de la Iglesia. Así, en el año 258, se desató una nueva persecución dirigida particularmente contra la jerarquía eclesiástica: En esta persecución fueron martirizados, entre otros muchos, el papa Sixto II (el 6 de agosto) y su diácono Lorenzo (10 de agosto).
Un detalle singular, que dice mucho de san Lorenzo en cuanto a su grandeza humana y religiosa, es que cuando fue llamado ante el emperador y urgido a que llevase todos los tesoros de la Iglesia, san Lorenzo se presentó con los más pobres de la ciudad de Roma diciendo: “estos son los tesoros de la Iglesia”. Esto causaría una gran rabia en el emperador que ordenó fuese torturado cruelmente. Según el papa Inocencio III los diez tormentos con que fue martirizado san Lorenzo fueron: cárcel, herido con escorpiones, atado con cadenas, golpeado con palos, quemado con láminas incandescentes, azotado con látigos emplomados, puesto en el potro y desconyuntado, herido con piedras, comprimido con horcas y asado en el fuego, en la vía Tiburtina, que es el que más se conoce y con el que habitualmente se representa. Otro detalle, con palabras del poeta Prudencio, que nos habla de su categoría humana: cuando estaba siendo quemado vivo dijo a su verdugo: “Ya estoy asado por este lado; da la vuelta y come”.
La fama de san Lorenzo se extendió rápidamente. Tanto es así que pasados unos pocos años, Constantino mandó edificar, en su honor, en el lugar del enterramiento, una basílica martirial que se ha convertido en uno de los lugares más importantes de Roma.
De san Lorenzo hablaron en sus homilías grandes santos, doctores y padres de la Iglesia: san Ambrosio, san Agustín, san León Magno, etc. y su nombre fue incluido en el Canon Romano de la Misa.
En los albores del siglo XXI y cuando nos disponemos a entrar en el tercer milenio, el testimonio de la vida y de la muerte de san Lorenzo, lejos de quedar en el olvido, sigue siendo para todos un testimonio de rabiosa actualidad.
Francisco Raya Ibar

RELIQUIAS:

Normalmente la extensión del culto a un santo se vincula a la dispersión de sus reliquias. Respecto a las de San Lorenzo se sabe que después de Roma, es en el Escorial donde más reliquias laurentinas se venera. La más importante de todas es la testa o cráneo, que actualmente se conserva en la capilla Matilde, en el Vaticano, y que todos los años el 10 de agosto se expone a la veneración de los fieles en la iglesia de Santa Ana.
La Basílica de San Lorenzo de Huesca atesora varias reliquias de San Lorenzo. Las principales son un dedo y un hueso de la cabeza.
La reliquia del dedo fue entregada por el rey don Jaime II el 10 de agosto de 1307. Esta reliquia había sido solicitada y obtenida por el Papa Bonifacio VIII en 1297 y se halla encerrada en un relicario para cuya realización contribuyó, además de la parroquia, la ciudad de Huesca, que aportó seiscientos escudos por una victoria obtenida en Biescas que se atribuyó a la protección de San Lorenzo.
La Basílica de San Lorenzo se gloría también con la posesión de la reliquia de un hueso de la cabeza del Santo. La reliquia, que se encontraba en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, fue entregada el 20 de marzo de 1920 al Ilmo. y Rvdmo. Sr. obispo de Huesca don Fray Zacarías Martínez y Núñez, a quien se encomendó la entrega de la reliquia a la Ciudad y Diócesis de Huesca. Esto tuvo lugar el 30 de mayo de ese mismo año. En primer lugar la reliquia fue llevada a la Santa Iglesia Catedral y desde allí conducida en procesión hasta la Real y Parroquial Basílica de San Lorenzo.


LITURGIA: 

 Palabra de Dios en el 10 de agosto
PRIMERA LECTURA: Eclesiástico 51, 1-8
Te alabo, mi Dios y salvador; te doy gracias, Dios de mi padre.
Contaré tu fama, refugio de mi vida, porque me has salvado de la muerte, detuviste mi cuerpo ante la fosa, libraste mis pies de la garra del Abismo, me salvaste del látigo de la lengua calumniosa y de los labios que se pervierten con la mentira, estuviste conmigo frente a mis rivales, me auxiliaste con tu gran misericordia del lazo de los que acechaban mi traspié, del poder de los que me persiguen a muerte, me salvaste de múltiples peligros, del cerco apretado de las llamas, del incendio de un fuego que no ardía, del vientre de un océano sin agua, de labios mentirosos e insinceros, de las flechas de una lengua traidora.
Cuando estaba ya para morir, y casi en lo profundo del Abismo, me volvía a todas partes y nadie me auxiliaba, buscaba un protector y no lo había, recordé la compasión del Señor y su misericordia eterna, que libra a los que se acogen a él y los rescata de todo mal.
SALMO RESPONSORIAL: 111,1-2.5-6.7-8. 9
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos.Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita.
Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos.El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias, su corazón está firme en el Señor.Su corazón está seguro, sin temor, hasta que vea derrotados a los enemigos.
Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad.
SEGUNDA LECTURA: 2ª Corintios 9, 6-10
Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará y el que siembra generosamente, generosamente cosechará.
Cada uno dé como haya decidido su conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo ama Dios.
Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de bienes, de modo que, teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras de caridad.
Como dice la Escritura: «Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta.»
El que proporciona la semilla para sembrar y pan para comer, os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra caridad.

EVANGELIO: San Juan 12, 24-26
En aquél tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.
CONTEMPLACIÓN:
Escuchó la Palabra de Dios y la cumplió. Dichoso él.
En los días de su vida sembró con generosidad: la semilla del amor, de la fe, de la esperanza en el corazón de sus hermanos.
Cuando soportaba los crueles tormentos recordó la compasión del Señor y se acogió a su misericordia eterna.
Cayó y murió como grano de trigo en la tierra pero el Padre premió su servicio generoso y dio mucho fruto: el ciento por uno.
Dichosos nosotros si, como San Lorenzo, escuchamos la Palabra Dios y la cumplimos.
ORACIÓN:
Gracias Lorenzo, por el testimonio de tu vida y de tu muerte. Tu fuerza fue más grande que la de los que te mataban.
Tu valentía y coraje más auténtico que el de aquél que te mandaba matar.Gracias Señor por darnos santos que, como Lorenzo,nos ayudan a vencer las dificultades de la vida.
Gracias Señor, porque en el testimonio y valentía de tus mártires, nosotros podemos contemplar tu grandeza.
Multiplica en nosotros, Señor, los dones de tu amor.Haznos fuertes y generosos, al estilo de San Lorenzo.
Que sepamos compartir con los demás los verdaderos tesoros de tu Iglesia:la fraternidad, la justicia, el amor, la verdad.
Que procuremos no tanto ser servidos sino servir,para que siempre y en todo lugar se haga tu voluntad. 

MUERTE DE SAN LORENZO:

San LorenzoSan Lorenzo
Uno de los diáconos de Roma. Murió mártir en el 258. Fiesta: 10 de Agosto


Tres días después del martirio del Papa San Sixtus II (7 de agosto) a quién servía, San Lorenzo también llegó a la gloria del martirio.
Según la tradición, fue azado vivo sobre una parrilla.
San Lorenzo ha sido venerado tanto en el Oriente como en el Occidente como el más conocido de los diáconos romanos.
De el escribieron los santos Ambrosio, León el Grande, Agustín y otros. Por lo que es evidente que su martirio impresionó profundamente a la Iglesia y fue utilizado por Dios como una gran inspiración a la santidad.  Según Prudencio, su muerte fue la muerte de la idolatría romana, que desde entonces declinó.
Fue enterrado en la Via Tiburtina, en el Campus Veranus donde hoy se encuentra la basílica en su honor. 
Su nombre se menciona en la primera plegaria Eucarística.

EVOCANDO A MI MADRE EN EL DÍA DE LA MADRE
Por: Fidel Soto Cubillas

CELESTINA CUBILLAS DE SOTO, Nació en Marca el 15 de abril de .1922 en aquella Ciudad nostálgica de recuerdos por su simpar belleza admirada por propios y por extraños; de aguas límpias color azul de cielo con un paisaje de una alfombra de eucaliptos, muctis, tayas dorada por el sol, que exhibía el legendario Cerro Shancur, desde el que se divisa  todo el valle, bordeada de cementeras y la carretera de Marca.
Sus padres, do Digno,  y la dama marquina Aurelia; nieta de  don Rodolfo Cubillas dueño de las chacras de Aliso y Cashajato.
Casado con don  Alfredo Soto Osorio (98 años de edad), natural de Churap, que llegó muy joven, a Marca casi un niño, estudió en el Centro Escolar 1339; con la que tuvo seis hijos:  Antonio Francisco, Isaac Eugenio (+), Vidal Octavio, y Fidel Julio Soto Cubillas, y mas dos hijas que fallecieron a una semana de nacidas.

CELESTINA CUBILLAS DE SOTO

A 15 años de tu partida(Mayo 2011)

En vísperas del dia de la madre tus 15 años de ausencia, madre, te recuerdo en estas líneas que para ti serían extrañas. Mencionarte en internet resultaría inusitado; pero a la larga, sólo es una renovación de métodos para hacer lo que siempre hemos hecho los seres humanos: comunicarnos, desahogar el corazón.

Isaac Soto y Celestina Cubillas (+)
No viene al caso, mamita “SHILLY” (así te conocían toda la familia en tu querida MARCA), evocar tu biografía. Un homenaje debe apuntar más bien a lo esencial; aquello que la homenajeada fue, y que nadie más será. Aquello que te hizo única.

Ciertamente cada criatura humana es única, pero tú lo fuiste de manera resplandeciente. Fuiste Madre con mayúsculas; más todavía, fuiste un símbolo de la Maternidad. Pues si el amor incondicional define a una madre, eso te definió a ti. Te vi a veces molesta u ofendida, pero nunca fuiste tú la molestia ni la ofensa; fuiste el cariño que nunca se cansó, que jamás puso condiciones, que siempre supo perdonar.

Me permito recordar apenas este episodio: en la sesquicentenaria ciudad de Marca, tu tierra, un mes  antes de partir, cuando te visité, tú me sorprendiste al preguntar por mi hijas y mi hermano Vidal, con un hilo de voz por cada una de las personas ausentes. Y cuando te hice unas preguntas, sorprendida, cómo podías recordar a tantos, tú sonreíste con ojos cerrados y llevaste tu dedo a la cabeza. Nunca olvidabas a quienes querías.

Así pues, mamita SHILLY, 18 años después de que tu enfermedad encendiera una nueva estrella en el cielo al llevarte a ti, te digo lo que ya sabes: si Dios me mostrara todas las madres del mundo y me diera la libertad para elegir una... volvería a elegirte a ti. Te tuve solamente 36 años. Pero ya vendrá la eternidad. Mientras tanto, ojalá este hijo tuyo, tu legado, pueda causarte orgullo.

Feliz Día mamita SHILLY. Saludos a mi hermano ISAAC quien esta junto a ti en la eternidad.

Tu hijo añorado

Fidel Soto Cubillas


3 comentarios:

  1. Estaba buscando imágenes de san Lirenzo para felicitar en su fiesta onomástica a un buen alumno, y me encontré con este bonito escrito dedicado a su mamá. En verdad todas las madres que cuidan y educan a sus hijos son para cada uno de nosotros las mejores. Leía la hoja de la parroquía una frase del Padre Costa y Llobera (religioso de Mallorca) que dice: Solo la madre tiene: el amor/que no va, ni viene/ ni se pierde/ ni disminuye / ni se cansa.
    Los que hemos tenido la suerte de tener una madre ejemplar la seguimos amando y recordando todos los días hasta la eternidad. Saludos desde Barcelona (España)

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  2. Yo soy de Colombia, vivo en San Lorenzo Nariño tenemos a nuestro patrono San Lorenzo Martir, lo amamos y el nos cuida siempre....Espero pueda algun dia conocer la Basilica, es hermoso saber todo lo q hizo nuestro patrono, es amado por mi pueblo

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  3. Tambien me gustaria q me enviaran el himno a San Lorenzo Martir, la novena....para comPararla con la q estamos rezando por estos dias...
    Me gustaria tenerla para enseñar mas sobre nuestro patrono. Gracias

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